Las instalaciones críticas representan la columna vertebral de la sociedad moderna: plantas de energía, sistemas de tratamiento de agua, centros de telecomunicaciones, hospitales y centros de datos que, si se vieran comprometidas, podrían causar efectos devastadores en la seguridad nacional, la economía y el bienestar público. Estas instalaciones requieren sistemas de protección que combinen seguridad física y cibernética en una estrategia integral.
La protección incluye perímetros múltiples con diferentes niveles de detección, donde el mantenimiento de estas instalaciones requiere verificación exhaustiva mediante arcos detectores de metales para todo el personal de servicio. Las máquinas de inspección RX verifican completamente herramientas y equipos que ingresan, mientras que los detectores manuales permiten inspecciones específicas según los protocolos de seguridad requeridos. Los equipos analizadores de trazas previenen sabotaje interno mediante la detección de sustancias peligrosas, integrándose con sistemas de respaldo que garantizan continuidad operativa, comunicaciones encriptadas y procedimientos automatizados que pueden mantener operaciones críticas incluso durante períodos de emergencia extendidos.
